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sábado, 29 de diciembre de 2012

Una cita Mojada 1




Comienzo a acicalarme para mi cita, me pondré un maquillaje suave, falda negra, blusa blanca, traje de chaqueta, medias, tacones, perfume, lencería fina. Hemos quedado en un restaurante del centro de la ciudad, un sitio muy de moda y concurrido, pero a la vez muy intimo y personal. Le conocí en un chat, en Internet, desde entonces hemos quedado seis veces, el se traslada tan solo para verme. Cuando lo hace me siento como en una nube. Llevamos dos meses juntos, dándonos besos apasionados y haciéndonos caricias sugerentes sin llegar a más. Esta noche creo que los dos hemos pensado en lo mismo, en llegar al final, en sentirnos por completo uno al otro. Lo sentí en su voz al decirme que vendría y que seguramente se quedaría algún día más de lo habitual.

Cuando llego al restaurante el me esta esperando en la puerta. Es varonil, alto, con el pelo castaño algo largo y con un corte de pelo muy actual, irradia seguridad, es fuerte, atlético, elegante, refinado, muy sexy. Lleva puesto un traje negro, camisa morada, corbata negra, y zapatos negros impolutos y brillantes. Huele a gloria, muy masculino pero a la vez con un aire fresco y juvenil.

El camarero nos lleva hacia la mesa, esta al fondo de la sala, es un sitio algo reservado, un poco mas intimo que otras mesas, las paredes son de un crema rojizo y las mesas están cubiertas por un mantel rojo muerto y unos tapetes en dorado. Nos sentamos y vamos tomando dos vermut mientras nos sirven la comida. De pronto me siento mala, picara, le tengo enfrente con esa sonrisa tan blanca mirándome como si la comida fuera yo. Miro alrededor, la gente esta comiendo o entretenida en su charla, entonces mi pie abandona su zapato para ir en busca de su pierna y escalar por ella, lentamente haciendo pequeños círculos buscando su objetivo, su sexo responde a mi estimulo, su conversación antes fluida de pronto se hace mas lenta, le cuesta seguir la conversación, a mi también, noto como su erección va en aumento mientras mi pie baja y sube haciendo una ligera presión, de pronto se queda mudo y le oigo soltar un ligero gemido. Cojo mi copa de vermut y meto el dedo corazón en la copa, lo saco y lo meto en mi boca, lamiéndolo y mirándote fijamente, le siento muy excitado, a la vez que siento como mi propio sexo se humedece y mi respiración se acelera. De repente me mira me sonríe, me coge de la mano apartando mi dedo de la boca y me susurra, cálzate que nos vamos, yo también quiero ser malo… se levanta y se abrocha la chaqueta intentando disimular su abultamiento bajo los pantalones. Deja un billete encima de la mesa y nos dirigimos hacia la salida corriendo como si nos faltara el aire…

continuara...

Dama De Hielo

sábado, 22 de diciembre de 2012

Cita a ciegas 6º parte




Voy a prepararle un vaso nuevo de wisqui, aun estoy temblando, mi cuerpo aun siente sus manos, aun le deseo. Mientras preparo el vaso le escucho trastear detrás de mí. Echo la vista y le veo que no sé cómo ni de dónde ha salido una cama de la pared de la izquierda a un lado de las herramientas. Es una cama de 1,20 en la que solo hay un colchón y una sabana roja a juego con las paredes. En el frente y a cada lado de la cama hay una pequeña barra.

A qué esperas, ven aquí muñeca que tu dueño tiene sed. Yo abro los ojos sorprendida por sus palabras cuando él me da un beso profundo como el de antes, lleno de deseo, de sexo y me pierdo, me agarra por la cintura coge el vaso le da un par de sorbos y lo deja en la mesita. Me gira me pone de espaldas a él y me levanta el pelo con una mano mientras la otra tira de mi cintura hacia él. Entonces siento su miembro detrás de mí, duro y haciendo pequeños movimientos bajo su pantalon. Empieza a devorar mi cuello. Lo lame, le da pequeños mordiscos que aunque molestos y algo dolorosos me excitan y siento como entre mis piernas el flujo me moja. Hace lo mismo con mis hombros como si me quisiera devorar y la mano que sujeta mi cintura se desliza por mi vientre hasta llegar a mi pubis donde su mano se abre como una araña y lo acapara hundiendo su mano en el y alzándome levemente con el movimiento. Le escucho respirar en mi oído, su respiración caliente en mi oído hace que sienta un pequeño mareo de placer. Suelta mi pelo y esa mano se va a mis pechos, amasándolos como panadero. Estoy excitadísima tanto que sin darme cuenta he abierto mis piernas para darle más acceso a mí. Le oigo sonreír en mi cuello como un diablillo al que le dan pie a sus travesuras. Entonces me acerca a la cama y me deja caer muy lentamente boca abajo, me coge de la cintura y me levanta de esta, dejándome a cuatro patas, me coge de las manos y las estira hacia adelante, dejándome en una posición que parece de suplica. Mi cuerpo se deja hacer, quiere sentirle, le deseo tanto. Quiero que juegue conmigo, que me penetre, quiero sentirle dentro de mí, estoy tan excitada. Le veo que se dirige a donde están las herramientas, me dije que baje la cabeza, que la ponga entre los brazos, obedezco. Le oigo abrir y cerrar un cajon. Esta de nuevo detrás de mí. Me estremezco cuando recorre mi cuerpo con sus dedos. Después noto como me coloca el pañuelo de seda de nuevo en los ojos, y empieza a tocarme las nalgas con una mano mientras la otra agarra mi barbilla. Noto como va metiendo su dedo gordo en mi ano despacio girándolo mientras con los otros juega en mi vagina y con mi clítoris. Me estremezco de placer mientras mi clítoris se pone duro bajo sus dedos, estoy a punto de tener un orgasmo cuando para y saca los dedos, los acerca a mi boca.

Lámeme, chúpame los dedos y piensa en lo que voy a hacerte ahora, imaginalo. Uno a uno lamo los dedos que ha sacado de mi sexo, de mi culo. Mi boca engulle sus dedos hasta dejarlos limpios, entonces se pone al otro lado y escucho el ruido de un tubo vaciándose en mi ano. Imagino entonces que va a sodomizarme y me recorre un escalofrió por el cuerpo mientras no dejo de jadear y mi respiración se acelera en la espera. Entonces noto como algo duro me penetra, pero no es el puesto que me sujeta a un lado de la cama, es algo grueso y largo, puntiagudo, lo mete y lo saca despacio, no siento dolor solo placer, entonces lo saca y le oigo coger algo de la pared. Vuelve a meterme el dedo gordo, a moverlo dentro de mí como si calibrara el espacio que tiene y entonces sí que siento que algo más ancho me penetra, siento algo de dolor. No te muevas me dice y me acaricia la espalda mientras va metiendo el objeto mas dentro de mí. Cuando lo tengo metido me coge de la cintura me levanta me apoya en él y me lleva a cuestas hasta la barra, allí me sienta y entonces siento como el resto de lo que tengo en mi ano me penetra, emito un leve sonido de dolor y el entonces estrecha su boca en mi boca y me besa. Después se separa de mí. No puedo verle pero noto su mirada, el silencio es absoluto. Se me acelera la respiración. Me separa las piernas y me mete un dedo en la vagina.

-Estas empapada.
Siento como hunde su cabeza en mí, siento su pelo en mis nalgas, oigo como se desabrocha el cinturón, como abre la cremallera de su pantalón, como cae bajo sus piernas, se los quita. Le imagino desnudo con su miembro a punto de explotar. Noto como su lengua recorre mi sexo, como juega con mi clítoris que impaciente sale a su encuentro, su lengua explora dentro de mí, me empapa. De pronto aparta su cabeza y me coge por la cintura con sus manos, deja caer mi cuerpo despacio hasta poner mis piernas en su cadera y siento como su sexo empieza a penetrarme mientras lo que tengo metido en mi culo hace un movimiento hacia abajo al entrar el grueso de su sexo en mi vagina, produciéndome un placer infinito y nuevo para mí. El me embiste como si quisiera traspasarme sube y baja mi cuerpo sin parar. Oigo su respiración agitada e imagino su cara, sus ojos vueltos de placer.

continuara...

Isaboa







lunes, 17 de diciembre de 2012

En el ascensor




Tengo unos vecinos que guauuuu están de muerte, sobre todo el del 8 b, André, un chico alto, musculoso y con una sonrisa encantadoramente sexy. Casi todas las mañanas coincidimos en el ascensor, nos saludamos y luego cada uno se concentra en lo suyo, el ojea algún papel y yo cierro los ojos e imagino que él me posee allí mismo, siempre he deseado hacerlo en un ascensor y el esta tan bueno.
Hoy hace un día precioso, soleado, además mañana tomo las vacaciones por lo que el día de hoy se me hará corto en el trabajo. Cuando salga he pensado ir a dar una vuelta por  Danser  y comprarme algún modelito veraniego y algún bikini. Y por eso me he puesto un vestido corto y vaporoso, fresco sobre todo y unas sandalias cómodas. No llevo sujetador y llevo un culot monísimo por si el aire me jugara una mala pasada. Son las 8 de la mañana, de trayecto al trabajo solo tengo 30 m pero me gusta llegar siempre con tiempo y tomar algo con mi amiga Marta. Cojo el bolso  y cierro la puerta tras de mí, en eso abre la puerta André, es como si siempre esperase a oír mi puerta para salir a mi vez. Nos saludamos y llama al ascensor.
Ummm va guapísimo, con un pantalón de lino blanco sandalias  y una camiseta negra ajustada. Me echa una de sus encantadoras sonrisas y me señala el ascensor abierto para que entre. Me acomodo en un lado y él se pone al lado apoyado seductoramente contra el espejo sonriéndome de manera pícara y sensual.
Me mira y me dice:
-No coges vacaciones?
Y antes de que pueda responderle las luces del ascensor se apagan y se queda a semi oscuras mientras se escucha un sonido fuerte como de raíles chirriando.
-“¿Estás bien?”. Ha debido de haber algún fallo en el generador, imagino que el de emergencia seguro que se activa enseguida no temas.
Entonces vuelve la luz, pero el ascensor sigue quieto.
- No temas preciosa estoy aquí a tu lado para protegerte, me dice André, aunque yo preferiría escuchar otras cosas. Ardo en deseos encima el ascensor parado uff mi mente vuela. Nos miramos y creo que el está pensando lo mismo que yo porque veo reflejarse en su mirada un gesto de lujuria y una media sonrisa moldea su boca.
Estoy tan caliente, ya ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que tuve sexo, las ganas de follar me carcomen el cuerpo, no puedo resistirme a la necesidad de masturbarme una y otra vez. Si bien me encanta gozar con mis propios dedos ya no me es suficiente, no logro satisfacer mi sed, necesito sentir a un hombre de verdad y es con él que voy a calmar mis deseos.
Me observa con ojos complacientes, se acerca  y me toma con fuerza por la cintura, nos besamos desenfrenadamente devorando cada centímetro de piel, me baja los tirantes del vestido descubriendo así mis voluptuosos pechos  para agarrarlos con sus grandes manos, siento como su cuerpo responde al mío y se pone tan firme que me hace mojar.
Me arrodillo y bajo sus pantalones dejando al desnudo toda su hombría que no tarda en desaparecer dentro de mi boca, juego con mi lengua y recorro cada centímetro de su miembro
¿Te gusta así? Le pregunto con voz inocente y juguetona. Si dame todo, más fuerte, si así que entre toda, así…aaaaaaahh, disfruto al sentir cómo me toma del pelo y empuja mi cabeza hacia su cuerpo.
Cuando ya no aguanta más me alza sujetándome por las caderas, destroza mis culot y lo rodeo con mis piernas para que me penetre hasta lo más profundo. Fóllame así, fuerte, así, dame más, quiero sentirte bien duro, aaaaaaahh…
Mi cuerpo tiembla, una catarata de orgasmos lo invade sin darme respiro, grito como una gata en celo, no puedo contenerme porque el placer que estoy sintiendo va más allá de todo lo conocido.
Escuchamos ruido en la escalera, un operario nos dice que enseguida nos sacara de ahí.
Nos miramos ambos sonreímos, estamos todo sudados, nuestros cuerpos empapados de sudor, me da la vuelta y me dice voy a follarte por detrás que me encanta, yo le miro y ya estoy preparada esperándole y al instante me monta como si fuera una yegua salvaje y rebelde. Con una mano agarra una de mis tetas y con la otra me masturba el clítoris y me penetra
- quiero hacerte sentir todo el placer, quiero dejarte exhausta y sin fuerzas, que te corras vaginal anal y clitorialmente. Follarte hasta que esto funcione aaaaaahh, un gran orgasmo me hace estremecer, siento como su miembro  explota llenándome con su semen. Estoy tan agitada que apenas puedo pronunciar palabras, el me da la vuelta y allí en el suelo  me abre de piernas y empieza a pelearse con mi clítoris, su lengua se introduce en mi como si quisiera limpiar el rastro que su orgasmo ha dejado dentro de mí, me lame y me relame y yo me vuelvo loca de placer estallando de nuevo en su boca.
De pronto el ascensor empieza a funcionar y notamos su descenso. Nos incorporamos  y  deprisa me pongo el culot y el vestido mientras él se viste a mi lado.
Cuando se abren las puertas ahí estamos los dos impolutos, el operario nos mira y nos dice que siente mucho no haber tardado menos en sacarnos. Nosotros nos miramos y nos echamos a reír ante la mirada perpleja del operario.
Hoy llegare un poco tarde al trabajo, y no podre tomar el café con marta, pero que narices un día es un día y menudo día…..


Dama De Hielo


domingo, 16 de diciembre de 2012

De puente 2º parte








Yo me pongo a leer






Al cabo de dos horas me acerco a la cocina a por ti, estas adormilado pero cuando me escuchas acercar abres los ojos como platos. Te suelto las manos y te digo que me sigas, tu como un perrito obediente así lo haces. Te llevo a una habitación, una especie de mazmorra en la que hay una cama además de muchos aparatos que no sabes para que son aun pero que imaginas que usare contigo. Te digo que te pongas de pie y agaches tu cuerpo hasta tocarte las rodillas, después cogiendo un butt-plug lo introduzco en tu ano y comienzo a envolverte con un rollo de plástico hasta solo dejar tu cabeza al descubierto cuando te tengo envuelto te tiendo en la cama, cojo una cuchilla y abro un círculo alrededor de tu sexo y donde están tus pezones dejándolos al descubierto para mí. Pongo música y te observo. Parece que la situación te gusta, estas pensando en que voy a hacerte cuando cojo el mando a distancia del butt y lo pongo en marcha, esa sensación te hace mover el cuerpo de un respingo y veo como tu miembro empieza a elevarse como si de un mástil se tratase. Me acerco, lo sujeto y te sonrió maliciosa. Acerco un tubo de pasta de dientes cojo una pizca y la pongo en el agujerito de tu glande y te pellizco los pezones mientras tú sientes como tu miembro se va calentando y sientes un fuego que deseas apagar cuanto antes. Empiezas a traspirar y veo como tu cuerpo se llena de gotitas tras el plástico, eso me excita y te sonrío. Cojo unas pinzas de la ropa de madera y te pongo dos en cada pezón. El butt sigue haciendo su trabajo, pero le pongo otra marcha más y notas como vibra más deprisa dentro de tu ano. Estas muy excitado y piensas que habría pasado si no te hubiera hecho ese agujero, pero el picor y el ardor que sientes en tu sexo se empieza a hacer insoportable.


¿Tienes calor? Te pregunto y con un asentimiento me dices que si, con lo cual me acerco a un cajón y saco un precioso abanico negro con puntillas de encaje, tú ves mis intenciones y suspiras y después resoplas. Te abanico con frenesí y entonces al contacto del aire el ardor de tu miembro se va haciendo cada vez menos soportable y con ello mejor mi gozo. Rompes tu silencio y me dices. Joder ama que eso quema.

-¿Que has dicho? Y antes de que digas nada te has llevado un guantazo en la cara.

¿Quien te ha dado permiso para replicar?

-¿te quema? Ahora vas a saber lo que es que te queme. Y cojo crema y te añado más a tu martirio. Las lágrimas comienzan a brotar de tus ojos. Pero tu pene aun sigue erecto. Siento algo de lastima, además no te quiero dejar inutilizable, aun me has de servir para mas, me acerco a ti y con un espray de nata liquida baño tu sexo que al contacto de la nata fría siente cierta calma. Cojo tu pene y lo embadurno de nata. Y después me subo encima de ti y te monto. Mi calor vuelve a hacer que tu pene se acalore pero sobretodo saber que te estoy usando es lo que más te excita, tu pene crece dentro de mí como si fuera a reventar. Te cabalgo y te quito las pinzas de los pezones, al soltarlas de golpe das un pequeño grito y en ese momento sientes como mi orgasmo te llena. Pero sigo montándote y te digo que contare 20 y a la de te corres tan, ni antes ni después o te castigare severamente.

-1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,no puedes mas pero has de aguantar, piensas en lo que podría hacerte si no aguantas y eso hace que resistas 16,17,18,19, DAMELO

Y tu obediente sueltas un potente gruñido y te desplomas soltando un orgasmo contenido desde que me viste. Un orgasmo que hace que parezcas la grupa de un caballo en movimiento. Poco a poco te relajas y yo me arrastro hasta colocar mi sexo en tu cara y decirte límpialo todo.
continuara...

Dama De Hielo

jueves, 13 de diciembre de 2012

Cita a ciegas 5ª Parte



Mi respiración empezó a acelerarse sobre todo cuando le oía respirar profundamente como si quisiera respirar a través de mi piel. Instintivamente  arquee mi espalda  un poco hacia atrás junto con mi cuello. En ese momento siento como una de sus manos, sus dedos se hunden en mi sexo, jugueteando en el buscando no se qué, pero haciéndome sentir tanto que  las piernas me tiemblan sus dedos juegan dentro de mi vagina, en mi clítoris, entran y salen dan vueltas y vueltas como si sus dedos bailaran dentro de mí y me siento enloquecer, empiezo a desearle a querer tenerle en mi,  su otra mano me agarra de los glúteos los aprieta y siento incluso cierto dolor cuando lo hace, pero es tanto lo que estoy sintiendo con su otra mano que no puedo decir nada solo gemir y cerrar los ojos deseando que no pare de hacer lo que está haciendo. Tengo un orgasmo, pero él no para continua tocándome. De pronto siento que su mano deja de tocarme por un momento y escucho el tintineo de su vaso, imagino que esta bebiendo, no deseo abrir los ojos, su otra mano sigue tocando mi culo, masajeándolo. Voy a abrir los ojos para mirarle y en ese instante siento algo extraño en mi vagina, Siento  algo frio duro  algo que me ha metido dentro, y de pronto otra vez, hasta que caigo en la cuenta por lo frio. Me está metiendo hielos en la vagina. Pero lejos de sentir frio  he empezado a sentir  calor y una sensación muy placentera. El mete sus dedos  y juega con los hielos dentro de mí, a veces los saca y masajea mi clítoris haciendo círculos. Entonces siento que otro orgasmo me llega, y siento como para de masturbarme, aprieta mi clítoris hacia dentro con uno  de sus dedos, mi éxtasis se frena y con él la llegada de mi orgasmo, pero siento algo nuevo que nunca había sentido antes, algo que no puedo explicar como si me alargaran el placer. Deseo que me siga tocando y así lo hace de repente, comienza de nuevo a mover sus dedos con tal maestría que me siento llegar  de nuevo pero el vuelve a parar, siento convulsiones en mi cuerpo, el me sujeta con sus dos manos haciendo pinza entre mi vagina y mi culo y  continua tocándome pero más violentamente y yo me vuelvo loca en una subida de éxtasis que no deseo que pare. Siento que llego y él lo nota en mi respiración y espero que el pare de nuevo pero no lo hace continua y siento el orgasmo más fuerte de mi vida y con él una sacudida de agua que resbala por mis muslos, entonces me coge por las caderas me levanta y él se echa para atrás en el respaldo del sillón dejando mi sexo frente a su boca que  en un momento saborea la fuente que emana de mi interior como si fuese un  caminante sediento , de cintura  para adelante mi cuerpo cuelga detrás del sillón, estoy como perdida, mi respiración sigue agitada y mi cuerpo lejos de relajarse aun sigue sintiendo una explosión de placeres mientras su boca  succiona  mi clítoris, su lengua lame cada centímetro del interior de mis muslos, de mi clítoris, de mi vagina como si lo que brotara de mi fuera tan valioso que no pudiera desaprovechar ni una gota. Cuando  me ve lo suficientemente seca comienza de nuevo a lamerme a introducirme los dedos, a darme pequeños y grande lametones. Siento que uno de sus dedos mojados por mi vagina intenta entrar en mi ano. Lo hace despacio con sumo cuidado. Me estremezco, le deseo quiero que me tome, que me posea. Entonces me levanta me deja de pie frente a él y me da su vaso vacio. Ve a llenarlo me dice.
continuara...

Isaboa

Cita a ciegas 4º parte





Ahora voy a sentarme en mi sillón, cuando lo haga tú te desnudaras muy despacio. Solo quiero que te quedes con las medias y los zapatos. Iba a abrir la boca y decirle que ni hablar cuando de pronto acerco su cara a la mía y me soltó un beso apasionado que me dejo muerta. Uff como besaba. Me puso dos dedos en los labios y me dijo. Recuerda harás todo lo que yo te diga o te enviare de regreso. Se dio la vuelta y se dirigió a su sillón, se acomodo y me dijo. Adelante, empieza. Yo no sabía si mandarle a la porra e irme  de allí o que hacer, por un lado la situación me daba muchísimo morbo, el beso me había encantado y bueno que tenía aquello de diferente a conocer a alguien en un pub y acabar en la cama. Era guapo, fuerte, su voz era preciosa y tenía algo electrizante en su mirada que me dejaba kao.
Respire hondo, las braguitas se las había dado en el coche y por cierto ahora que me fijaba las tenía en la mano dentro de su puño cerrado, poco mas tenía que quitarme. Le miraba y él me miraba y me hacia un gesto con la cabeza como diciendo estoy esperando. Al ver que no me desnudaba me dijo. ¿Que te ocurre sientes vergüenza? No te preocupes yo no te mirare como cualquier hombre lo haría. Yo miro mas allá de tus pechos o tu sexo yo mirare dentro de ti hasta colarme tan dentro que no podrás estar sin tenerme dentro. Y poniendo una voz un tanto más fuerte y con más carácter me dijo: vamos no me hagas esperar y enfadar  o tendré que empezar a educarte de otra manera. Su voz fue como si apretaran un resorte en mí y me vi desabrochando los botoncitos del vestido y subiéndomelo por encima de los hombros para quitármelo quedándome en sujetador  y con las medias y los zapatos. Pero lejos de ver su mirada en mi sexo el no despegaba su mirada de la mía, como si me escrutara buscando en mi mente, tratando de leer mis pensamientos. Sigue dijo esta vez con un tono más bajo, - lo estás haciendo muy bien- Desabroche mi sujetador y despacio lo aparte de mi piel, dejando al aire mis pechos  que tenían los pezones duros y erectos. Mi excitación era más que visible por lo que me sonrojé y el sonrió.
Muy bien lo has hecho muy bien ahora ve a la barra y prepara para tu Dueño un whisky con hielo y tráemelo. Así lo prepare y me acerque a llevárselo. Él lo cogió con una mano y con la otra se hizo un gesto para que me pusiera delante de él al lado de la mesita.
-me gustas continuo diciéndome el, mientras acariciaba mis bragas entre sus dedos, me gustan tus pechos, y tu culo y ese sexo que seguramente sabrá dar mucho placer. Quiero hacerte gozar como nunca antes has gozado y como estoy seguro que deseas, pero si  no me haces caso, si en cualquier momento me desobedeces o no cumples mis deseos serás severamente castigada y no recibirás nada de mí. Te perderás cosas que ni hubieras imaginado sentir. Dejo el vaso en la mesa y  mi braguita, puso  las manos en mis caderas y me atrajo hacia sí.
Comenzó a besarme alrededor del ombligo, bajo el, unos besos suaves en los que no solo usaba los labios sino también su interior y la lengua, después lamia mi vientre y sus manos se deslizaban por mis caderas hacia mis muslos, después ascendían de nuevo y acababan en mi cintura y con un golpe seco me acercaba más a su cara me sumergía en mi vientre. Empezó a bajar la cara y su lengua rozaba mi monte de Venus, sentía unas cosquillas enormes, pero a la vez  escalofríos y un fuerte deseo.
continuara...

Isaboa