Voy a prepararle un vaso nuevo de wisqui, aun estoy temblando, mi cuerpo aun siente sus manos, aun le deseo. Mientras preparo el vaso le escucho trastear detrás de mí. Echo la vista y le veo que no sé cómo ni de dónde ha salido una cama de la pared de la izquierda a un lado de las herramientas. Es una cama de 1,20 en la que solo hay un colchón y una sabana roja a juego con las paredes. En el frente y a cada lado de la cama hay una pequeña barra.
A qué esperas, ven aquí muñeca que tu dueño tiene sed. Yo abro los ojos sorprendida por sus palabras cuando él me da un beso profundo como el de antes, lleno de deseo, de sexo y me pierdo, me agarra por la cintura coge el vaso le da un par de sorbos y lo deja en la mesita. Me gira me pone de espaldas a él y me levanta el pelo con una mano mientras la otra tira de mi cintura hacia él. Entonces siento su miembro detrás de mí, duro y haciendo pequeños movimientos bajo su pantalon. Empieza a devorar mi cuello. Lo lame, le da pequeños mordiscos que aunque molestos y algo dolorosos me excitan y siento como entre mis piernas el flujo me moja. Hace lo mismo con mis hombros como si me quisiera devorar y la mano que sujeta mi cintura se desliza por mi vientre hasta llegar a mi pubis donde su mano se abre como una araña y lo acapara hundiendo su mano en el y alzándome levemente con el movimiento. Le escucho respirar en mi oído, su respiración caliente en mi oído hace que sienta un pequeño mareo de placer. Suelta mi pelo y esa mano se va a mis pechos, amasándolos como panadero. Estoy excitadísima tanto que sin darme cuenta he abierto mis piernas para darle más acceso a mí. Le oigo sonreír en mi cuello como un diablillo al que le dan pie a sus travesuras. Entonces me acerca a la cama y me deja caer muy lentamente boca abajo, me coge de la cintura y me levanta de esta, dejándome a cuatro patas, me coge de las manos y las estira hacia adelante, dejándome en una posición que parece de suplica. Mi cuerpo se deja hacer, quiere sentirle, le deseo tanto. Quiero que juegue conmigo, que me penetre, quiero sentirle dentro de mí, estoy tan excitada. Le veo que se dirige a donde están las herramientas, me dije que baje la cabeza, que la ponga entre los brazos, obedezco. Le oigo abrir y cerrar un cajon. Esta de nuevo detrás de mí. Me estremezco cuando recorre mi cuerpo con sus dedos. Después noto como me coloca el pañuelo de seda de nuevo en los ojos, y empieza a tocarme las nalgas con una mano mientras la otra agarra mi barbilla. Noto como va metiendo su dedo gordo en mi ano despacio girándolo mientras con los otros juega en mi vagina y con mi clítoris. Me estremezco de placer mientras mi clítoris se pone duro bajo sus dedos, estoy a punto de tener un orgasmo cuando para y saca los dedos, los acerca a mi boca.
Lámeme, chúpame los dedos y piensa en lo que voy a hacerte ahora, imaginalo. Uno a uno lamo los dedos que ha sacado de mi sexo, de mi culo. Mi boca engulle sus dedos hasta dejarlos limpios, entonces se pone al otro lado y escucho el ruido de un tubo vaciándose en mi ano. Imagino entonces que va a sodomizarme y me recorre un escalofrió por el cuerpo mientras no dejo de jadear y mi respiración se acelera en la espera. Entonces noto como algo duro me penetra, pero no es el puesto que me sujeta a un lado de la cama, es algo grueso y largo, puntiagudo, lo mete y lo saca despacio, no siento dolor solo placer, entonces lo saca y le oigo coger algo de la pared. Vuelve a meterme el dedo gordo, a moverlo dentro de mí como si calibrara el espacio que tiene y entonces sí que siento que algo más ancho me penetra, siento algo de dolor. No te muevas me dice y me acaricia la espalda mientras va metiendo el objeto mas dentro de mí. Cuando lo tengo metido me coge de la cintura me levanta me apoya en él y me lleva a cuestas hasta la barra, allí me sienta y entonces siento como el resto de lo que tengo en mi ano me penetra, emito un leve sonido de dolor y el entonces estrecha su boca en mi boca y me besa. Después se separa de mí. No puedo verle pero noto su mirada, el silencio es absoluto. Se me acelera la respiración. Me separa las piernas y me mete un dedo en la vagina.
-Estas empapada.
Siento como hunde su cabeza en mí, siento su pelo en mis nalgas, oigo como se desabrocha el cinturón, como abre la cremallera de su pantalón, como cae bajo sus piernas, se los quita. Le imagino desnudo con su miembro a punto de explotar. Noto como su lengua recorre mi sexo, como juega con mi clítoris que impaciente sale a su encuentro, su lengua explora dentro de mí, me empapa. De pronto aparta su cabeza y me coge por la cintura con sus manos, deja caer mi cuerpo despacio hasta poner mis piernas en su cadera y siento como su sexo empieza a penetrarme mientras lo que tengo metido en mi culo hace un movimiento hacia abajo al entrar el grueso de su sexo en mi vagina, produciéndome un placer infinito y nuevo para mí. El me embiste como si quisiera traspasarme sube y baja mi cuerpo sin parar. Oigo su respiración agitada e imagino su cara, sus ojos vueltos de placer.
continuara...
Isaboa
continuara...
Isaboa